La variante genética vinculada al alzhéimer también aumenta el riesgo de muerte por COVID (23/09/2022).
Es sin duda la característica más desconcertante de la COVID: lo que se manifiesta como síntomas leves, similares a los de la gripe, en algunas personas se convierte en una enfermedad grave, discapacidad e, incluso, la muerte en otras.
Pero una nueva investigación realizada por científicos de la Universidad de Rockefeller, en Estaos Unidos, y que publica hoy la revista “Nature” puede explicar las causas genéticas de esta dicotomía.
Los investigadores han demostrado que los ratones con variantes genéticas previamente relacionadas con la enfermedad de Alzhéimer tenían un mayor riesgo de morir cuando se infectaban con COVID.
Y un análisis retrospectivo sugiere también que los pacientes con esas mismas variantes genéticas tenían más probabilidades de haber muerto de COVID durante la pandemia.
Debido a que el 3% de la población mundial posee estas variantes genéticas, este nuevo descubrimiento puede tener consecuencias importantes para 230 millones de personas en todo el mundo.
"Esta es la primera vez que vemos una variante genética tan común asociada con la mortalidad por COVID", explica Sohail Tavazoie, investigador en la Universidad Rockefeller.
Mutación genética
En un trabajo anterior, el laboratorio de Tavazoie estudió un gen llamado APOE que desempeña un papel en la metástasis del cáncer. Pero ¿podría causar también diferentes respuestas inmunitarias contra un virus?".
Para averiguarlo, Tavazoie y sus colegas primero expusieron a más de 300 ratones diseñados para portar APOE humano a una versión del SARS-CoV-2 adaptada a ratones.
Entonces descubrieron que los ratones con APOE4 y APOE2 tenían más probabilidades de morir que aquellos con el alelo APOE3 más común. "Los resultados fueron sorprendentes", dice el profesor Tavazoie.
Los ratones con APOE2 y APOE4 también tenían más virus replicándose en sus pulmones y más signos de inflamación y daño tisular.
Práctica clínica
Luego, este equipo de investigadores analizó a 13.000 pacientes cuyos datos figuran en el Biobanco del Reino Unido y descubrieron que las personas con dos copias de APOE4 o APOE2 tenían más probabilidades de morir de COVID que aquellas con dos copias de APOE3.
La buena noticia es que no hay evidencia de que el 40% de las personas que portan solo uno de estos alelos estén en mayor riesgo y, además, la vacunación cambia el panorama, porque las personas están más protegidas frente al Sars Cov-2.
Si los estudios futuros confirman un vínculo entre APOE y la mortalidad por COVID, los médicos podrían recomendar que las personas con APOE4 o APOE2 tengan prioridad para vacunas, refuerzos y terapias antivirales.
La detección de APOE es bastante rutinaria y económica, y muchas personas ya conocen sus variantes de APOE porque las pruebas genéticas comerciales las usan para medir el riesgo de Alzhéimer.
Por otra parte, el vínculo entre APOE4, Alzhéimer y COVID plantea también la posibilidad de que este gen pueda desempeñar un papel en las complicaciones neurocognitivas que surgen en algunos pacientes con COVID.
"Queremos comprender mejor la función de APOE mediante el estudio de cómo da forma al comportamiento de las células en estos contextos dispares de cáncer, demencia y ahora infección viral", concluye el profesor Tavazoie.