Las trampas de las ciudades ‘respirables’ (10/04/2023).

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Los episodios de alta contaminación serían continuos en las ciudades más pobladas de España si se tomaran como referencia los límites que sugieren la OMS y la Comisión Europea.

En los últimos años, los valores límites de los diferentes contaminantes se han superado en muy pocas ocasiones en las cinco ciudades más pobladas de España. ¿Significa eso que la calidad del aire es buena y, por tanto, que las cosas se están haciendo bien? No es totalmente correcto. Es cierto que se articulan medidas tendentes a mejorar, y que, gracias a ellas, se han reducido de manera considerable los episodios de alta contaminación.

Sin embargo, la casi inexistencia de momentos en los que se rebasan los límites no implica que el estado del aire sea el adecuado. Hay trampa en todo esto, afirma el portavoz de Calidad del Aire de Ecologistas en Acción, Miguel Ángel Ceballos, y la principal es que esos umbrales son exageradamente laxos.

Valga como ejemplo el caso de tres de los contaminantes más peligrosos: el dióxido de nitrógeno (NO2) y las partículas en suspensión PM10 y PM2,5. Los umbrales máximos en España, actualmente, son los mismos que se estipularon hace ya 12 años, en el Real Decreto 102/2011, de 28 de enero, relativo a la mejora de la calidad del aire. Este acaba de ser modificado por el Real Decreto 34/2023, de 24 de enero, pero dichos límites no han cambiado.

Por ejemplo, el valor límite anual para el NO2 es de 40 microgramos por metro cúbico (µ/m3), y está muy lejos de lo propuesto por la Comisión Europea el pasado 22 de octubre de 2022 (20 µ/m3) y a una distancia sideral de la cifra recomendada en las Directrices de la Oganizaicón Mundial de la Salud (OMS) sobre la calidad del aire (10 µ/m3).

Sucede lo mismo con las partículas PM10: el límite es de 40 µ/m3, Bruselas pide 20 µ/m3 y la OMS, 15 µ/m3. Respecto a las PM2,5, el umbral se sitúa en 25 µ/m3, en Europa el consejo es dejarlo en 10 µ/m3 y la OMS pide bajarlo a 5 µ/m3.

Si los límites se adaptaran a las demandas que la Comisión Europea exigirá a finales de año, el rebasamiento de los mismos en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Zaragoza se produciría de manera más habitual, según los datos disponibles hoy. En caso de que se llegara a cumplir con los límites que sugiere la OMS, los episodios de alta contaminación serían continuos.

En la OMS explican que las directrices que ofrecen son de una elevada calidad metodológica y se elaboran a través de un proceso decisorio transparente basado en la evidencia. Con el objetivo, agregan en el organismo, de reducir los niveles de contaminación del aire y proteger a las poblaciones de los riesgos que entraña para la salud, la Unidad sobre Calidad del Aire y Salud trabaja en tres ámbitos transversales: conocimiento, evidencias y medición de los progresos; fomento de la capacidad institucional y apoyo técnico, y liderazgo y coordinación.

Por lo general, recuerdan desde la institución sanitaria, incumbe a los Estados miembro y las entidades subnacionales aplicar las políticas para promover la calidad del aire en pro de la salud y darles seguimiento. Las políticas que permiten lograr los objetivos previstos y una gobernanza sólida dependen de la acción coordinada entre diferentes partes interesadas y sectores, sostienen.

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