Manual frente al amianto en el trabajo de la Sección Sindical de Solidaridad Obrera de Metro de Madrid, Parte 2.
Las/los compañeras/os de la Sección Sindical de Solidaridad Obrera de Metro de Madrid publicaron en julio de 2018 un "Manual frente al amianto en el trabajo", que vamos a publicar en varias entregas, debido a su importancia, ya que afecta a un gran número de trabajadores/as, a 31 de diciembre de 2017 6.800.- (según los datos del Informe Anual de Gestión 2017 de Metro de Madrid), a sus usuarios/as que en ese mismo año hicieron 626,40.-millones de viajes y en general a todas/os que podemos estar expuestos al amianto en nuestros centros de trabajo y/o en nuestra vida habitual.
Lo hemos dividido en 6 entregas, aquí va la segunda de ellas:
3. EL AMIANTO Y SU INFLUENCIA NOCIVA
El amianto es un material que ha sido clasificado desde hace cerca de 40 años como cancerígeno del Grupo 1, quiere decir que está suficientemente comprobado que produce cáncer en los seres humanos. También, como ya hemos dicho “no hay dosis mínima segura, la única cantidad segura en cero”.
En el trabajo, el amianto es responsable de más de la mitad de los cánceres que se producen en los trabajadores expuestos a todo tipo de sustancias cancerígenas. Aunque hay otras vías de contaminación, la actividad ocupacional es la más frecuente para enfermar por amianto.
Dicho esto, nos podemos hacer una idea de lo que supone un material que contiene amianto en mal estado en el caso de desprender fibras, y ni que decir tienen lo que supone si es friable, tengamos en cuenta que la vida útil de un material no friable ha finalizado cuando muestra roturas y síntomas evidentes de degradación (filtraciones, quemaduras, etc.)
La situación en Metro de Madrid está fuera de control de los responsables y así lo hemos hecho saber, por la falta absoluta de la gestión sobre MCA en Metro de Madrid desde que aparecen las primeras alarmas allá en los años 80 en materia legislativa y en la necesidad de utilizar equipos de protección individual en su manipulación.
Las vías por las que el amianto produce enfermedades no solo son laborales. Hay ya numerosos casos de afectados que vivían en proximidades de fábricas y vertederos, además de familiares afectados por la sola exposición a las fibras que transporta la ropa de quienes trabajan en lugares con amianto.
4. AMIANTO EN METRO DE MADRID
Si bien es cierto que el amianto en Metro de Madrid puede que no haya sido usado en la construcción de las ampliaciones y en los trenes fabricados después de 2003, debido a que las prohibiciones legislativas lo impedían, sí es cierto que apenas ha habido control alguno hasta este año 2018, sobre el existente, es decir, si un repuesto almacenado se ha usado para un trabajo o se han sustituido elementos con MCA sin conocimiento de ello, es necesario que el trabajador que haya realizado estos trabajos o haya sufrido cualquier otro tipo de exposición, lo ponga en conocimiento del Área de Prevención y Salud Laboral para ser incluido en la vigilancia especifica de la salud por amianto.
Depósito de Cuatro Caminos en 1919 con la estructura que conserva actualmente. El patrimonio industrial que está en la polémica, por el derribo por parte de Metro de Madrid en el año del centenario.
Que nadie espere que la Dirección realice este trabajo. La defensa de la salud la tenemos que realizar los trabajadores que somos los únicos interesados en ella.
Por otro lado, están las infracciones que la Inspección de Trabajo ha notificado a Metro de Madrid, debido por una parte a la exposición al amianto de los trabajadores y trabajadoras sin protección alguna y por otra, a la falta de Reconocimiento de la Enfermedad Profesional desarrollada por los compañeros, a la que le instaba el INSS y que Metro de Madrid no aceptaba.
Además de esto, está la investigación por la venta de trenes al Subte de Buenos Aires, que se realizó cuando llevaba años prohibido en España comerciar con materiales con amianto, además del uso, el comercio con amianto, y lo que vendrá por parte de la fiscalía que está actuando de oficio y de las acusaciones populares como la que realizaremos desde Solidaridad Obrera.
Metro de Madrid no ha hecho nada en cuanto a la protección de los trabajadores y trabajadoras, y que aún está por ver si la salud de los usuarios está comprometida. Aplicando el principio de precaución, es lógico suponer que no todas las fibras de amianto desprendidas de los materiales que las contienen, hayan sido extraídas al exterior de las estaciones y túneles del Metro, permaneciendo en su inmensa mayoría dentro de las Instalaciones, por lo que esto añade peligrosidad para los usuarios y trabajadores. Por ello, en los planes para desamiantar Metro, se debe incluir una partida económica para la limpieza de los lugares comunes, por medio de extractores provistos de filtros potentes y otras medidas adicionales.
Metro de Madrid ha pretendido ignorar un problema que sabía que existía, y que, desde la sanción de la Inspección de Trabajo, el reconocimiento de enfermedad profesional a los primeros compañeros, la venta de trenes en Argentina y la mentira del Consejero Delegado afirmando en la Asamblea de Madrid que la estación de Canillejas estaba desamiantada, ya no pueden esconder la realidad, en el Metro de Madrid hay amianto.
Deposito de Cuatro Caminos en la actualidad a un año del centenario de la apertura.
Teniendo en cuenta que el sector ferroviario ha sido uno de los principales consumidores de amianto, Metro ha estado realizando un registro de certificación, utilizando técnicas muy precarias en la mayoría de los casos.
Este registro, ha sido denunciado por Solidaridad Obrera a la Inspección de Trabajo, por la falta de acceso a él por parte de los trabajadores. Si bien es cierto que a fuerza de exigir y presionar se están haciendo más escrupulosos y certeros los registros. Todos debemos continuar vigilantes. El problema es que esta exposición por leve que sea, se ha convertido en un riesgo alto en Metro de Madrid, porque no se han tomado las medidas necesarias, que desde los años 80 se estaban ya aplicando a la manipulación y el contacto con el amianto. No hay más que echar un vistazo a los costosos y complicados protocolos de retirada para MCA que abarcan, desde el desmontaje más escrupuloso, al transporte y la gestión de los residuos, todo en un marco legal aún cambiante pero muy estricto en equipos de protección individual. Cada granito de arena que aportemos al seguimiento y la incidencia en la salud de este material podrá demostrar en el futuro lo que podremos llamar “una verdad ignorada”, que aun conociendo sus efectos sobre la salud, provocó un genocidio laboral teniendo en cuenta las cifras mundiales.
Se han realizado unas charlas informativas por parte de la Dirección a solamente un 15% de la plantilla, con una duración de dos horas en las que ni siquiera se ha pasado a detallar la IG12 Instrucción General que se ha elaborado con carácter preventivo en Metro (En Andén Central la puedes encontrar fácilmente pulsando la pegatina de amianto y en “lo que debes conocer”). Todo esto pese afectar a todos los colectivos de la platilla de Metro en diferentes grados y tipos de exposición.
Apoyar las campañas de firmas, cartas, escritos y todas las iniciativas que estamos impulsando para que no quede ningún detalle sin cubrir, ni de ahora ni del pasado. Solidaridad Obrera ha realizado ya numerosos escritos, comunicaciones, avisos y denuncias, además de recogidas de firmas y cartas específicas que se han dado entrada para conocimiento de Salud Laboral.
¿Que se ha hecho mal por parte de Metro de Madrid? Con certeza, no proteger a los trabajadores de la exposición al amianto, no proceder a la señalización y retirada en 2003 y años posteriores y “minimizar” el alcance de esta grave negligencia por parte de la Dirección. Por nuestra parte hemos de seguir concienciando de la gravedad del problema, y obligar a la Dirección a tener en cuenta una exposición ocupacional de los colectivos más afectados y por otro lado una exposición ambiental (que no han manipulado directamente los MCA pero si han estado expuestos) en la que a su vez podemos distinguir otras tres situaciones como describe el Ministerio Canadiense de Sanidad (país que fue hasta hace cinco años uno de los países con mayor minería de amianto y mayor exportación), exposiciones que aplicadas a Metro de Madrid serían:
1- Alta concentración (trabajos con contacto directo, en los que se manipula y se mecaniza).
2- Menor concentración, pero prolongada (convivir con MCA en tu entorno sin un control de las condiciones, roturas, encapsulados, etc.).
3- Por exposiciones a trabajos puntuales a los que hemos estado expuestos frecuentemente (casos de obras y retiradas sin los debidos procedimientos, y malas manipulaciones por desconocimiento).
En base a esto, Solidaridad Obrera exige que sea aplicada la vigilancia de la salud específica a toda la plantilla de Metro de Madrid, en los términos y grados necesarios según el caso. A día de hoy, por el acuerdo alcanzado en la Comisión de Seguimiento para la Retirada del Amianto, la vigilancia específica de la salud, ya es extensible a todas las trabajadoras y trabajadores de Metro de un modo voluntario, sin olvidar que 917 compañeros, en activo, serán inscritos en el RETEA (Registro de Trabajadores Expuestos al Amianto); ni que decir tiene que si aparecen afectados en otros colectivos, los trabajadores de estas Áreas deberán ser incluidos también en este registro, según indica la Autoridad Sanitaria, salvo que fuese reconocido como Accidente de Trabajo que solo afecta al trabajador enfermo, en cuyo caso nos tocará pelear para que la categoría sea incluida.
Es importante para los trabajadores y trabajadoras saber que el Tribunal Supremo (TS) está condenando a las empresas, por el hecho de ser los responsables de aplicar las normas de prevención y seguridad que hay desde 1940 (actualizadas o ampliadas en 1941, 1947, 1957, 1961, 1971) y que de haber sido aplicadas, hubiesen paliado en gran medida el problema. Esas normas antiguas obligaban a las empresas a tomar medidas de protección incluso más allá de las meramente reglamentarias. Ver, por ejemplo, la Sentencia del T. Supremo de 5 de marzo de 2013, recurso nº 1478/2012, de la Sala de lo Social. O la Sentencia del Supremo nº 8654/2012 que el Tribunal admite y falla contra Uralita en la que afirma que “de haberse cumplido las medidas preventivas se hubiese podido prevenir, impedir o al menos disminuir los efectos perniciosos del agente (amianto) que enfermó al trabajador”.
Hoy el Tribunal Supremo, con estas sentencias, condenaría a las empresas ante cualquier caso justificado que se presente por la vía laboral, relativas a los efectos del amianto en el trabajo.
Material móvil actualmente en desecho o restauración por patrimonio que debe ser auditado por Metro de Madrid S.A. para caracterizar todo el contenido en MCA.
Sección de Solidaridad Obrera
Metro de Madrid S.A.
C/Valderribas 49
2º Izquierda Madrid 28007
Teléfono 914335786
Móvil 610078090
email: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
