Las AMPA de Alicante denuncian el abandono de las escuelas públicas a pesar del presupuesto del Pla Edificant (29/08/2022).

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El abandono del Ayuntamiento de Alicante a la escuela pública y el Pla Edificant impulsado por la Generalitat para mejorar los centros pero que no interesa al consistorio ahogan a una comunidad educativa que va perdiendo la esperanza de ver una mejora en sus aulas.

“Es un ataque sistemático a la igualdad de oportunidades en la ciudad de Alicante”. Así de contundente se muestra Alberto Agulló, presidente de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del Colegio Público de Educación Especial El Somni, cuando explica el actual modelo de educación pública en Alicante. Desde 2018 no se ha construido ni se ha arreglado un solo colegio público en toda la ciudad. Los padres y madres se preguntan por qué. Cuál es el motivo, si se tienen los recursos económicos y administrativos para hacerlo. El Pla Edificant equivale a inacción, abandono y falsas promesas en el municipio.

Esta iniciativa, que nació en la Generalitat Valenciana en 2018 con el objetivo de mejorar y modernizar las infraestructuras educativas, cuenta actualmente con un presupuesto total de 1.700 millones de euros hasta 2029 y tiene un procedimiento muy simple: la Generalitat delega las competencias de la Conselleria de Educación a los diferentes Ayuntamientos para que estos, con el conocimiento que se presupone que tienen sobre sus centros, puedan acometer las diferentes obras con mejor criterio y de esta forma se pueda atender el 70% de los colegios valencianos.

En concreto, la ciudad de Alicante tiene presupuestados 31,4 millones del total, lo que representa solo un 29,6% del total destinado a la provincia (106 millones) y apenas un 2,3% del montaje total (1.337 millones). Con este dinero el Ayuntamiento se comprometió en el año 2018 a construir dos nuevos centros escolares para los alumnos del CEE El Somni y el CEIP La Cañada, así como mejorar las condiciones de los colegios Santo Ángel de la Guarda, La Florida y Juan Bautista Llorca. Una cantidad de obras que resultan algo escasas teniendo en cuenta las reclamaciones de colegios como Azorín, El Tossal, o El Palmeral.

A pesar del escaso volumen de trabajo, no fue hasta dos años después de la entrada en vigor del Pla cuando se comenzaron a dar pasos hacia adelante. El 29 de noviembre de 2020 se aprueba por unanimidad la cesión y delegación de competencias para acceder a la construcción de un nuevo centro para el CEE El Somni. “Pues bien, desde ese momento hasta el día de hoy en la parcela que se nos adjudicó lo único que ha crecido es la flora autóctona”,  afirma el presidente del AMPA.

Aunque la adjudicación del proyecto definitivo de obras ya se ha completado, desde el colegio critican la pasividad de los responsables públicos y denuncian el trato por parte del alcalde y sobre todo de la concejala de Educación, Julia Llopis: ”Cuando nos reunimos con ella, nos dijo a la cara que no tenía conciencia de la existencia de nuestro expediente y nos aseguró que se lo acababa de encontrar por sorpresa en un cajón de su despacho”, exclama Alberto Agulló.

Unas afirmaciones que ya no sorprenden en la comunidad pública educativa de Alicante. El perfil de la responsable de Educación como vicepresidenta nacional de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA), además de su papel como presidenta regional y municipal también de esta institución, habla por sí solo. “Todos sabemos de dónde viene Julia Llopis” afirma Silvia Castell, presidenta del AMPA del CEIP Azorín.

Este centro lleva desde 2020 pidiendo su inclusión en el Pla Edificant para poder, entre muchos otros arreglos, reacondicionar el patio, pintar tanto el interior como el exterior del colegio, retirar ventanas deterioradas del pabellón infantil y realizar varios arreglos en las tuberías: “Esta misma semana, ha tenido que venir a tapar una fuga tremenda de agua. El problema es que vienen, le ponen un parche y se van, con el peligro de que pueda volver a suceder”, declara Castell. El colegio, que se construyó en el año 78, aún tiene el mural de Curro, la mascota de la Exposición de Sevilla del año 1992.

Pero el Azorín no es una excepción. Colegios como CEIP El Palmeral o El Tossal sufren las mismas condiciones. Ambos trasladaron al Ayuntamiento, sin respuesta hasta ahora, su intención de ser incluidos dentro del Edificant. Josu Retuerto, presidente del AMPA de El Tossal, asegura no sentirse atendido y explica que son los propios padres y madres los que se preocupan en poner en condiciones las instalaciones de sus hijos e hijas: “Vinimos unos días antes del inicio del curso para limpiar la zona de infantil porque el arenero del patio estaba en malas condiciones y cualquier escolar podría haber salido malparado”.

El Tossal es otro ejemplo más de dejadez dentro del panorama educativo alicantino: muros que prácticamente están que se caen, pistas deportivas con la pintura comida por el paso del tiempo, persianas oxidadas y grietas en el asfalto por el levantamiento de las raíces de los árboles. Es cierto que se ha construido una nueva rampa de entrada para mejorar la accesibilidad al centro, pero Retuerto subraya que “no han atendido ni un 2% de las solicitudes que hemos hecho, esto lo hacen para poder colgarse la medalla y que no podamos decir que no han hecho nada de nada”.

Por su parte, el CEIP El Palmeral se lleva la palma. Según el presidente del AMPA, Francisco Gutiérrez, el colegio lleva sin remodelarse desde que fue construido en los años 80. Utilizan dos clases unidas como gimnasio, sala de actos, aula de música y trastero, por lo que reclaman un pabellón adaptado a sus necesidades. Piden un nuevo comedor que sea lo suficientemente amplio como para que los 300 niños que acuden al centro no tengan que hacinarse en turnos de tres clases cada día. Ahora mismo los alumnos y alumnas de infantil tienen que comer en sus clases porque no caben en el recinto. “Todos necesitamos arreglar algo en nuestros colegios, pero es que nuestra situación es insostenible”, apostilla Gutiérrez.

La realidad es que en Alicante el 48% de los centros escolares que hay en la ciudad son privados o concertados, un 15% más de los que hay en Elche y 12 puntos más que el total de la provincia. Ver vestidos con el chaleco naranja tanto al alcalde de la ciudad como a la concejala de Educación en las manifestaciones convocadas por las escuelas de este tipo contra la LOMLOE son claras evidencias de cuál es el modelo educativo por el que apuestan los dirigentes de la ciudad. La educación de calidad, la igualdad de oportunidades y el futuro de muchos alumnos están en juego.

Presencia de amianto

El amianto es uno de los componentes del fibrocemento, un material de construcción que en España fue comercializado por su bajo coste y rentabilidad. Está compuesto por fibras microscópicas que pueden permanecer en suspensión en el aire el tiempo suficiente para que representen un riesgo respiratorio.

Desde hace años varios colegios de la ciudad reclaman la retirada del amianto de sus clases. A finales del pasado curso el Ayuntamiento licitó la obra y aprobó su retirada, pero los continuos y la escalada de precios derivada de la crisis energética provocaron que el coste de la operación se encareciera. La empresa adjudicataria se echó para atrás y el ejecutivo local se cruzó de brazos.

Ahora a los colegios Azorín, Tossal y Emilio Varela les queda esperar a que se vuelva a abrir una nueva adjudicación par el proyecto y que este procedimiento no se demore tanto como lo ha hecho hasta ahora. “Llevamos cuatro años pidiendo, siempre que tenemos la oportunidad, la retirada del amianto, es una cuestión de salud”, concluye Josu Retuerto, presidente del AMPA de El Tossal.

Enlace relacionado ElSaltoDiario.com 27/09/2022.