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La colaboración pública-privada no es la solución, sólo es la manera de que la empresa privada obtenga más beneficios. Marzo 2020.

En estos últimos meses, venimos asistiendo a la aparición de diferentes artículos en los medios de comunicación, en defensa de la colaboración público-privada en la Sanidad Pública. Entre ellos, merecen ser destacados el ofrecimiento por parte de la patronal de la sanidad privada para acabar, a cambio ‘lógicamente’ de su pago, con las listas de espera del Sistema Nacional de Salud (SNS), o la necesidad de aumentar la colaboración público-privada para la sostenibilidad del SNS.

La llegada al gobierno de la coalición PSOE y Unidas Podemos, y el anuncio del documento que desarrolla el contenido programático de la coalición: "Un nuevo acuerdo para España de la Coalición Progresista", en el que entre otras cosas se dice que “se va a revisar la ley 15/97, de habilitación de nuevas formas de gestión del Sistema Nacional de Salud”, ha dado lugar a que varios lobbys sanitarios (firmes defensores de la colaboración público-privada) se hayan mostrado preocupados.

Ejemplos de dicha preocupación son las declaraciones el presidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española (Aspe), Carlos Rus y la opinión del Cercle de Salut.

Profundizando en la propaganda favor de la gestión privada, el pasado 30 de enero, en el diario digital ElConfidencial.com, apareció un artículo titulado Las ventajas de la gestión indirecta en los hospitales. En él se hacía una comparación entre varios hospitales de la zona sur de Madrid (concretamente de los siguientes: Hospital de Móstoles, Hospital Severo Ocho de Leganés, Hospital de Getafe, Hospital Fundación Alcorcón, Hospital de Fuenlabrada y Hospital Privado Rey Juan Carlos de Móstoles). Estos centros sanitarios están dentro de la categoría Grupo II del Servicio Madrileño de Salud, y el manejo de ese único parámetro parece dar pie a que se puedan comparar sus datos.

Desde los primeros párrafos se intenta demostrar que el tipo de gestión del Hospital Privado Rey Juan Carlos es más eficiente para ello presentan el siguiente cuadro.


Imagen 1
Para ello, en el artículo se utilizan algunas artimañas:

• Se destaca especialmente el gasto por habitante del Rey Juan Carlos.

• Los 590,62 € de gasto per cápita en 2018 no aparecen por ningún lado con las fuentes que han utilizado para hacer el artículo (Memoria del Sermas 2018, Memorias Hospitales Sermas 2018, Web Listas de Espera de la CAM y el Observatorio de Resultados del Servicio Madrileño de Salud).

• Además no aparece por ningún lado cuánto dinero y en base a que se ha pagado al Rey Juan Carlos en el año 2018. Recientemente se ha hecho público un informe de la Cámara de Cuentas de Madrid sobre las cuentas de la comunidad en el año 2018, en el que puede apreciarse que las “las liquidaciones pendientes de los hospitales en concesión” no están reconocidas, que hasta ese año eran 722,3.-millones de euros, de los que 280,8.-millones de euros corresponden al año 2018.

• Aparece un error en las obligaciones reconocidas del Hospital Universitario de Fuenlabrada que según figura en su memoria de 2018 fue de 151.466.891.-€.

Por ello, entendemos que esta comparación entre hospitales no se puede hacer sin conocer las cifras de las liquidaciones pendientes de los hospitales privados del Sermas.

Sí se puede, sin embargo, analizar lo presupuestado para el año 2018 para cada uno de los hospitales señalados.


 Imagen 2.

De esta manera, las cifras resultantes son muy diferentes, si bien es cierto que cantidades consignadas en los’ presupuestos iniciales’ suelen ser siempre cortas (ya que los presupuestos la Sanidad Pública Madrileña siempre han estado infrafinanciados), y que el gasto realizado al final del año 2018 es mayor. Lo que desde luego no parece razonable y resulta ‘sospechoso’, es que si se han presupuestado en el Hospital Privado Rey Juan Carlos 642,56 € per cápita (ver imagen nº 2), se le haya pagado menos: 590,62 € (ver imagen nº 1). Presupuestos: Rey Juan Carlos-Alcorcón-Fuenlabrada, Getafe, Móstoles y Severo Ochoa.

Otra importante cuestión a tener en cuenta es que para hacer la comparación entre centros, al artículo solo se tiene en cuenta que todo son hospitales del Grupo II, sin tener en cuenta las propias características de cada uno de ellos, como son las siguientes:

- Sus diferentes modelos de gestión.- Tres de ellos de gestión pública tradicional (Hospitales Universitario de Getafe, Universitario Severo Ochoa de Leganés y Universitario de Móstoles); dos creados gracias a la ley 15/97 de nuevas formas de gestión (Hospital Universitario de Fuenlabrada y Hospital Universitario Fundación Alcorcón); y el adjudicado a través de la concesión de servicios públicos (Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles).

En buena lógica, todos ellos persiguen un objetivo evidente: prestar atención sanitaria a la población que tienen asignada. Uno de ellos, además, tiene el objetivo de obtener beneficios económicos para su propietario: Fresenius-Grupo Quirón, centro que según su consejero delegado es, junto al resto de su mismo modelo, especialmente rentable.

- Las diferentes retribuciones de su personal.- Las retribuciones de los 5 hospitales públicos son las publicadas cada año en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM). Las del hospital privado serán según sus convenios colectivos (convenios diferentes dependiendo de las categorías), aunque tal vez también puede haber otros conceptos retributivos que se reciban en función de la actividad realizada: número de urgencias no ingresadas, número de altas, número de consultas realizadas, número de intervenciones quirúrgicas, etc.

- Las plantillas de los diferentes hospitales.- Las cifras que aparecen sí tienen algo que ver con sus diferentes modelos de gestión. Mientras el Rey Juan Carlos solo tiene 1 persona en formación, el resto tienen las siguientes  (119, 186, 150, 113 y 156, siguiendo el orden de los centros que aparecen en la siguiente imagen).

También llama la atención que los hospitales públicos creados al amparo de la ley 15/97 tienen menos personal que los de gestión pública tradicional.


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- Sus carteras de servicio y el promedio de facultativos por especialidades.- El Hospital Privado Rey Juan Carlos tiene 45 especialidades, 13 más que el Hospital Universitario de Móstoles, con un promedio 8,64 de facultativos por especialidades, el menor  de los 6 hospitales.
Estos diferentes promedios solo pueden deberse a la organización interna de cada hospital y de cada especialidad.

En los Hospitales Públicos, los Servicios Médicos están organizados para que todos los días laborables puedan realizar sus diferentes actividades, por lo menos por las mañanas (salvo contadas excepciones). Por eso nos preguntamos si en el Hospital Privado Rey Juan Carlos esto es así, o no. En este centro ¿hay Facultativos de Cirugía Pediátrica, Cirugía Cardiovascular, Cirugía Torácica y Cirugía Plástica y Reparadora todos los días laborables?.


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- Otro dato que también se utiliza para comparar los hospitales, es el número de Enfermeras/os, ya que los estudios demuestran a más pacientes por DUE mayor mortalidad. En el cuadro siguiente podemos ver como en hospitales creados al amparo del ley 15/97 de nuevas formas de gestión, tienen menor número de Enfermeras/os por cama que los de gestión pública tradicional.


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- Otro dato que se maneja en el artículo es el llamado Balance de Libertad de Elección, que se creó cuando el Sermas hizo los decretos de Área Única y Libertad de Elección, y que se anunció con el lema "el dinero sigue al paciente".


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De todos estos hospitales, es el Privado Rey Juan Carlos el que recibe un mayor número de consultas de pacientes asignados a otros; tal vez sea porque está diseñado para que sea un hospital atractivo para que los pacientes lo elijan "libremente" y como "el dinero sigue al paciente", y así obtener unos beneficios económicos mayores. El propio consejero delegado del Grupo Fresenius, Stephan Sturm afirmó en el año 2016 “Probablemente les sorprenda, pero los ingresos del lado público son más rentables que los del lado privado”. El negocio de este tipo de hospitales en la Comunidad de Madrid sería redondo si, cobrando la cápita 642,56 € por cada uno de sus 178.243 habitantes que tiene asignado, consiguiera que éstos lo frecuentaran poco, y disponer así de los medios necesarios para que los pacientes asignados en origen a otros hospitales, pudiesen ‘elegirles’.

El por qué el Servicio Madrileño de Salud licitó y adjudicó este hospital, con una mayor cartera de servicios que el resto de los hospitales, tiene su lógica. Con sus 45 especialidades médicas y  gracias al Área Única y a la Libertad de Elección, atrae a muchos pacientes; y como "el dinero sigue al paciente", se consigue que su actual dueño incremente de forma considerable sus beneficios. Para ello es necesario organizar este hospital de una forma que favorezca la llegada de pacientes de otras áreas y, para ello, cuenta con la inestimable ayuda del resto de hospitales privados del Grupo Quirón-Fresenius que trabajan para el Sermas.

- Cómo conseguir que muchos pacientes elijan el Rey Juan Carlos: con los datos de las listas de espera quirúrgica y de consultas. Para ello en este artículo han usado los datos de diciembre de 2018:


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Si un hospital se ‘organiza’ para conseguir la menor lista de espera posible, atraerá más pacientes, que serán vistos antes en consulta e intervenidos quirúrgicamente con menor demora, y así conseguir más fácilmente uno de los objetivos del Hospital Privado del Rey Juan Carlos, del que presume el Consejero Delegado del Grupo Fresenius, obtener más ingresos y por tanto que sus beneficios económicos sean mayores.

Mientras, los hospitales públicos siguen organizados de la misma forma que antes, alimentando así las listas de espera, a pesar de que todos ellos están intercomunicados por el Metro-Sur. El Sermas no ha intentado facilitar ni coordinar a los Hospitales Públicos, para que entre ellos sean complementarios y se pueda reducir las listas de espera.

Un claro ejemplo de ello es el fracaso del Plan Integral de Mejora de Lista de Espera Quirúrgica del Servicio Madrileño de Salud de la Comunidad de Madrid 2016-2019, que no ha reducido las demoras asistenciales como ya dijimos el pasado octubre de 2019: Madrid: El nuevo plan de choque para reducir las listas de espera sanitarias ¿será un engaño como el anterior? (06/10/2019).
 
Esto es un fracaso de la gestión de la Consejería de Sanidad en la Comunidad de Madrid, especialmente desde la llegada al poder de Esperanza Aguirre. Fracaso que a nuestro parecer es un claro ejemplo de la política del Partido Popular (PP): no hay que olvidar que al poco de llegar al poder el entonces Consejero de Sanidad, Juan José Güemes, el 23 de septiembre de 2008, presentó el Plan de Infraestructuras Sanitarias 2007-2011 con el lema "Aproveche las oportunidades de negocio para su empresa", que sigue vigente a día de hoy.

- Finalmente, en el artículo también se dan datos de otros índices favorables al Hospital Privado Rey Juan Carlos como son: el porcentaje de pacientes con fractura de cadera que han sido operados en las primeras 48 horas, el índice de estancia media ajustada (IEMA) y el consumo de agua con relación al número de estancias hospitalarias.


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Si bien estos datos no son buenos en los hospitales públicos, también es cierto que el SERMAS no ha hecho nada para que eso cambie. Actualmente se desconoce si han adoptado actuaciones concretas para que estos índices sean mejores, o si en el caso de que hayan tomado medidas ¿han tenido el mismo éxito que el Plan Contra las Listas de Espera?

Conclusiones.- Parece que la patronal de la Sanidad Privada está muy nerviosa con el documento de coalición que han firmado Unidas Podemos y PSOE, aunque en él no hablan de derogar la ley 15/97, de Nuevas formas de Gestión, y ni mucho menos de rescatar lo ya privatizado.

- No debemos olvidar que dicha ley fue aprobada con los votos a favor de PSOE, PP y los partidos nacionalistas de derechas (CiU, PNV y CC). Esta ley la ha aplicado el PP allí donde ha gobernado, con mayor fuerza en la Comunidad de Madrid, pero el PSOE también la ha usado allí donde ha gobernado.

- Madrid recibió las competencias de Sanidad en el año 2002, gobernando Alberto Ruiz-Gallardón (PP). Para ello se aprobó, a finales de 2001, la Ley 12/2001, de 21 de diciembre, de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid, que establece en su artículo 5.2 "La Red Sanitaria Única de Utilización Pública estará integrada por todos los proveedores sanitarios públicos dependientes de la Comunidad de Madrid y por aquellos privados o públicos que previa acreditación y concertación puedan prestar servicios al Sistema Público, según se establezca reglamentariamente", poniendo los cimientos de la Privatización de la Sanidad Pública. En aquel momento era Consejero de Sanidad un político que está ahora de actualidad, José Ignacio Echániz, que ante la ley de eutanasia ha afirmado "Para el PSOE, la eutanasia es una política de recortes".

Con la llegada al poder de Esperanza Aguirre en 2003, el PP siguió avanzando en su deseo privatizador y así, en 2008 organizó una reunión con empresarios con el título Plan de Infraestructuras Sanitarias 2007-2011 con el lema "Aproveche las oportunidades de negocio para su empresa", que ha traído como consecuencia el asentamiento de diferentes fondos de inversión y multinacionales en Madrid (Centene, Fresenius-Grupo Quirón, Medical Properties Trust), que están obteniendo una gran negocio con la Privatización de la Sanidad y que quieren seguir aumentando sus beneficios económicos con el trasvase del dinero público (de todas las madrileñas y madrileños) a sus bolsillos, consiguiendo así cumplir su principal objetivo lucrarse con un negocio que a día de hoy está asegurado.

- Durante los últimos años, los diferentes gobiernos del PP en la Comunidad de Madrid han colaborado en que la privatización sanitaria fuera rentable (Área Única y Libertad de Elección) y además han deterioro la Asistencia Sanitaria en el Sanidad Pública, lo que ha dado lugar a que el porcentaje de madrileños que ha contratado un seguro privado de salud alcance el 34%, según los datos de la Fundación Idis en su informe Sanidad Privada, aportando valor Análisis de situación 2019, para no tener que seguir soportando sus numerosas listas de espera.

- En definitiva, asegurar que el modelo de gestión "indirecta" (privada) tiene una superior eficiencia sobre la gestión pública, es algo arriesgado si tenemos en cuenta todos los parámetros que inciden en una eficaz gestión de la asistencia sanitaria. No olvidemos que la propia Cámara de Cuentas afirma que la Comunidad de Madrid no ha aportado ningún estudio o informe en ese sentido, y que "se desconoce en base a qué criterios tomaron estas decisiones, ni el supuesto ahorro o mejora en la prestación de la asistencia sanitaria que se habría podido obtener".

- Lo que sí ha quedado claro es que, en Madrid, la privatización y el deterioro de la Sanidad Pública ha traído –y sigue trayendo- como resultado el aumento cada vez mayor de las listas de espera y unos pingües beneficios para las empresas privadas que gestionan la asistencia sanitaria especializada, la lavandería, el laboratorio clínico que atiende a más de 1.200.000 personas, las ambulancias, etc.

- Para poder prestar una asistencia sanitaria de calidad, en términos de equidad para todos/as y eficaz, no hace falta que el ánimo de lucro este presente. Hay que acabar con todo lo que permite la privatización y la progresiva descapitalización de la Sanidad Pública. Para ello  es preciso derogar la Ley 15/97, de Nuevas Formas de Gestión y el artículo 90 de la Ley General de Sanidad, sí como rescatar lo ya privatizado. Y hacer un cambio profundo:

• Con una Atención Primaria dotada del suficiente personal, con suficientes recursos, que sea capaz de ocuparse de la prevención de las enfermedades y transmitir la necesidad de adquirir hábitos de vida saludables.

• Una Atención Especializada en donde las listas de espera no sean interminables, con la suficiente dotación de personal y de recursos.

• Con medidas que garanticen que los políticas/os y directivos/as que gestionen la sanidad den cuentas públicas de todas sus actuaciones, no sólo en los Tribunales o Cámaras de Cuentas, los diferentes parlamentos, etc. Para ello hace falta democratización del sistema con una transparencia absoluta y acceso sencillo a todos los datos de actividad, calidad, gasto, adjudicaciones, del Sistema Nacional de Salud.

Madrid, marzo 2020.

Comunicado completo.

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