Vuelven los tiempos franquistas: el hospital de Móstoles anuncia que “está prohibida la tenencia” de folletos, explicando la posibilidad de renunciar a ser tratado en la privada.

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El nuevo Consejero, que anunciaba negociación, impone represión.

Ahora le toca el turno al hospital público de Móstoles, herido de muerte desde la apertura en la misma localidad del hospital privado Rey Juan Carlos, que le parasita al hacerse cargo de los procesos rentables, mientras le deriva los complicados, costosos y/o complejos.

Recientemente -es de suponer que siguiendo órdenes superiores-, un cargo intermedio del hospital público, ha enviado un correo electrónico al personal (ver imagen en la parte inferior), indicando que está circulando un folleto “animando a los usuarios a poner reclamaciones en contra de la oferta de derivaciones” y, por tanto, “les recuerda que la tenencia o reparto a los pacientes está prohibida por Dirección”. 

Parece que los nervios están haciendo mella en la calle Aduana.

Las campañas puestas en marcha por CAS y otros grupos, están logrando que desde 2013 se incremente ininterrumpidamente el número de pacientes que rechaza ser atendido en los centros privados, a los que el call center (gestionado por INDRA S.A.) trata de derivarles, para alegría de los accionistas de estos centros. 

Desde los 25.088 pacientes que se negaron a ser derivados a centros privados en diciembre de 2012, se ha pasado a los 36.196 del último recuento en diciembre de 2013; es decir, 11.000 pacientes más que se niegan a ser intervenidos en centros con ánimo de lucro.

Enlace CASMadrid.