Cinco médicos rechazan el contrato de renovación de Osakidetza por precarizar sus funciones (11/11/2022).

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Osakidetza pretendía convertir a médicos especializados en urgencias en facultativos itinerantes de la OSI de Barrualde para parchear las carencias que ha generado en Atención Primaria. “Osakidetza es la avanzadilla, Ayuso sigue el ritmo del País Vasco”, advierte Arkaitz Herreros, delegado de sanidad en Bizkaia del sindicato ELA, sobre el desmantelamiento de la sanidad pública.

Los médicos no son fichas intercambiables en un tablero de juego, han recordado hoy un grupo de quince de facultativos del Hospital de Galdakao. Cinco compañeras del servicio de Urgencias han rechazado firmar la renovación de contrato que les ofrece Osakidetza: contratos mixtos al 50%, una modalidad contractual que envía a los médicos de un sitio a otro, sin importar qué deben hacer ni dónde. Osakidetza pretendía que los médicos atendieran las urgencias de Galdakao durante el 50% de su jornada y, el resto, la cubrieran en los ambulatorios de Ondarroa, Amurrio, Lekeitio e Igorre, entre otros, ya que pertenecen a la misma OSI. Rotarían de sitio a diario. 

El malestar generado entre la plantilla les ha llevado a realizar una rueda de prensa en el sindicato ELA, donde su delegado en Bizkaia ha lamentado que, si se compara con el Estado, “Osakidetza es la avanzadilla” en el desmantelamiento de la sanidad pública, “aunque Madrid tiene más repercusión en los medios de comunicación, es Ayuso quien sigue el ritmo del País Vasco”, ha advertido Arkaitz Herreros. El sindicalista ha recordado que miles de personas salieron a la calle en junio para manifestar su rechazo al desmantelamiento, que en verano quedó patente con la apertura de ambulatorios sin médicos, como ahora en Madrid.

Suben los pacientes, baja el empleo

Las urgencias de Galdakao han tenido en octubre un incremento de la demanda asistencial del 20%, respecto al mismo mes del año anterior. Sin embargo, Osakidetza decidió en octubre no renovar el contrato de seis facultativos, que suponen el 10% de la plantilla. 

Osakidetza les ofreció a cinco de ellos “contratos mixtos” al 50% —cuatro médicos ya tenían la jornada dividida al 75% en urgencias y el 25% en los PAC—. Los contratos vigentes culmina entre esta semana y la que viene, dependiendo del facultativo. De momento, Osakidetza no ha ofrecido ningún tipo de renovación a la sexta persona. 

“Tras días de incertidumbre y rumores, se nos preguntó si estaríamos dispuestas a aceptar un contrato del 50% en urgencias hospitalarias y del 50% restante en atención primaria, unos contratos que cada vez son más una tónica habitual en Osakidetza. Finalmente hemos decidido rechazar esa oferta”, han expresado Nuria Calderón y Antonio de las Heras, dos de los médicos afectados. 

“No ha sido por capricho”, añaden sobre la decisión. Argumentan que trabajar cada día en un lugar diferente genera un sentimiento de “inestabilidad laboral importante”, a lo cual se añade la dificultad de “llevar dos carteleras paralelas, tanto para quien las organiza como para nosotros” y que culmina en una menor calidad de atención a los pacientes. “Trabajar en urgencias hospitalarias no es extrapolable a trabajar en atención primaria, puesto que los conocimientos que se requieren para el desempeño de una tarea son totalmente diferentes”, recuerdan. Mientras en urgencias atienden a pacientes críticos, en primaria es más habitual tratar enfermedades crónicas. 

Todos ellos son médicos comunitarios que prefieren trabajar en urgencias, un servicio que carece de especialidad MIR, por lo que Osakidetza insiste en que pueden y deben hacerlo. El Servicio Vasco de Salud lleva años vaciando la Atención Primaria y ahogando a Osakidetza manteniendo una tasa de temporalidad elevada —del 58%, según el sindicato ELA—. Paralelamente, la contratación de seguros sanitarios privados no dejan de aumentar —dos de cada diez, según Oseki, Iniciativa por el derecho a la salud—.

Nuria Calderón, una de las médicas que ha rechazado el contrato mixto, explica que, de momento, no tiene otro trabajo. “Pararé unas semanas y esperaré a ver qué ocurre. Solo estoy en las listas de urgencias de Galdakao, por lo que la decisión no debería penalizarme”, indica. No obstante, desde el sindicato ELA alertan de que una parte de los trabajadores cansados de la inestabilidad laboral buscan otras salidas profesionales fuera de la sanidad pública. “Se marchan al extranjero, a la sanidad privada o incluso hay quien finalmente abandona la medicina”, asegura Herreros. En 2021, un total de 4.130 facultativos del Estado emigraron al extranjero. “Desde 2012, la plantilla de la sanidad pública ha aumentado un 10%, pero en la privada ha crecido un 60%. Arreglar esto es solo cuestión de voluntad política, y Osakidetza no la tiene”, concluye el delegado sindical.

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